Prólogo
La esencia del hombre, lo
elevado del espíritu muchas veces se queda olvidado por la vida y sus urgencias
económicas o de cualquier tipo.
Son sueños que se dejaron de lado por miedo. Anhelos y
metas que se ven arrinconadas por los límites y fronteras del mundo.
Entonces los valores de la amistad, la solidaridad, el compañerismo son
descartados. La “humanidad” del hombre es sepultada en la “prehistoria” del
salvajismo. Pero la voz de Dios o alguien en lo alto (según las creencias de
cada uno) llama al alma de sus seres queridos y así las personas vuelven a ser
lo que son: “Personas”.
Los poemas de este libro
forman una historia de amor, olvido, perdón y reconciliación que esperan ser
leídas para vivir en la mente de cada lector que atraviese sus páginas.
Los
dioses olvidados
El
amor olvidado en un arcón...
Palabras
inconclusas
gritaron su pasión.
Nadie las escuchó.
Los buenos sentimientos son el
pasado...
La ira reina...
Los pecados juegan
con las
almas.
Los ángeles renunciaron
a los susurros
y ya no hilan
historias de
vida...
Los hombres se ríen
de los ilusos
y hacen una fiesta
con los valores...
El engaño surge
en la trampa de la superficie.
Mentira verdadera
del vacío existencial…
Los ignorantes han triunfado…
La luz permanecerá quieta
hasta que la esperanza
vuelva a nacer.